Casa Mía ha abierto un nuevo local en la avenida Gran Capitán, junto al conocido Sibuya, y supone un cambio de concepto en la empresa, que ya cuenta con restaurantes italianos en las calles María la Judía y Eduardo Dato. «Es un bar dedicado a aperitivos, bocadillos, focaccias o piadinas, todo cien por cien italiano, pero entramos ya con la cafetería italiana, que era algo que faltaba en Córdoba», cuenta el responsable de estos establecimientos, Francesco Lapadula.
«El café italiano se caracteriza por su sabor, su cremosidad y el modo de tirarlo», afirma este italiano originario de Fasano, en la región de Puglia, al sur del país. «Además, el italiano está más acostumbrado a tomar café expreso, rápido y veloz, de pie, de ahí su nombre, no estamos acostumbrados a sentarnos y charlar durante cuarenta minutos para tomar un café». En este nuevo concepto, que incluye vermús y cócteles, estarán, al menos de momento, están ausentes las pizzas que han dado fama a Lapadula, ganador de muchos concursos de prestigio.
Francesco Lapadula recaló en Córdoba y la propia hostelería procedente de un mundo muy distinto, el de la construcción, de hecho no tenía experiencia alguna en bares o restaurantes. «Me encantaba la albañilería», ha reconocido con gran sentido del humor. Trabajaba en Londres y acudió a la ciudad gracias a la llamada de un socio, con el objetivo de formarse. «Córdoba me gustó muchísimo, además, cada vez que he vivido en algún sitio, me he fijado en las características gatronómicas del país, y cuando llegué a la ciudad me dije: aquí se come muy bien».
Los comienzos de Casa Mía, sin embargo, fueron realmente complicados… y paradójicos. Por un lado, el primer local, situado en María la Judía, se abrió en 2019, por lo que al poco de empezar su andadura se topo con la pandemia y sus confinamientos.